Después del temblor de septiembre del 2017, Naso fue invitado por Reconstruir Mx para ayudar en la reconstrucción de la casa de Felicita y su esposo Félix, una pareja de adultos mayores cuya casa había resultado dañada por el desastre natural. Dado que la pareja requiere asistencia para la movilidad, el diseño de la arquitectura se basó en una circulación perimetral que conecta todos los diferentes espacios de la casa y permite su fácil acceso en silla de ruedas. El dormitorio se encuentra contiguo al programa público ubicado en el centro de la casa que está conformado por la cocina, el comedor y un pórtico, todos abiertos al exterior. En el otro extremo de la casa hay un baño que se ventila de forma natural y que junto con la cocina, forma un pequeño núcleo de servicios por el que puede circular el usuario.

Debido a las drásticas condiciones de la zona en la que se encuentra y el acceso limitado a materiales y métodos de construcción, nuestra estrategia fue integrar un sistema de construcción simple y modular que pudiera adaptarse al presupuesto y a los problemas que se presentaran en su desarrollo. Al mismo tiempo, también tuvimos en cuenta los métodos de construcción vernáculos. Sin embargo, más recientemente, los métodos vernáculos han sido rechazados por los habitantes del área local, para quienes una casa de bloques de hormigón simboliza un mejor nivel de vida. Al encontrarnos ante este prejuicio, decidimos adaptar y fusionar ambos métodos. El resultado: una casa formada por muros de block y celosías de caña, y techo de palma. Por lo tanto, la propuesta se adaptó a las condiciones climatológicas y sismológicas de la zona, lo que responde a la vez a la ideología de la comunidad y respeta la identidad y tradición de la zona.